Me ha llamado poderosamente la atención ver a algunos actores con cierta trayectoria caer en la sobreactuación, y sólo hablo de actores con cierta trayectoria porque a mi entender cuando se trata de actores jóvenes no se trata de sobreactuación sino de malactuación. Entiendo que debe ser bastante complicado para un actor de telenovelas llevar a cabo un personaje durante tantos meses de grabación, teniendo que darle ciertos matices únicos, otorgándole al personaje una esencia. E igualmente entiendo que debe ser complicado pasar de un personaje a otro totalmente diferente, pero, ¿no es esa la magia de la actuación? ¿No es esa la auténtica esencia de ser actor, dar vida a personajes diferentes y conseguir que el público crea en ellos?
No quiero dar nombres, no porque tenga reparo en hacerlo, no suelo tener problema alguno en ello, sino porque quiero dar mi opinión en líneas más generales. Aunque estoy segura que a más de uno se le pasará por la cabeza algún nombre al leer estas líneas.
Cuando un actor con cierta trayectoria se ha visto encasillado, o simplemente los productores han entendido que sus villanas, o sus galanes, o sus madres coraje, eran lo que se esperaba ¿para qué cambiarlos?, pero cuando se produce dicho cambio, y se les da la oportunidad de un papel diferente, de dar vida a un personaje distinto, algunos caen en la sobreactuación. Exageran hasta unos niveles estratosféricos, dando unos tintes a su actuación que más que agradar, desesperan. Quién ha sido villana siempre y le dan el personaje de mujer buena y sensible, más parece que le ronronea a un gato o algo peor; quién ha hecho de madre abnegada y debe dar vida a una mujer de cierta clase social con tintes de maldad, más parece que le dan espasmos; quién ha sido la protagonista o secundaria buena y le dan un papel con fuerza, más parece que no traga saliva mientras habla; quién ha sido galán de porte o incluso villano con clase le dan un galán de calle, más parece que mete ciertos tics con calzador. Dicho esto, ¿de quién es la culpa? ¿del actor que quiere desvincularse tanto de sus papeles anteriores que no sabe medirse? ¿de los directores que así se lo marcan por miedo a que vuelvan a lo ya conocido? ¿de los productores que tienen miedo de que sus novelas no tengan el éxito deseado si sus actores no se desvinculan de lo que ya el público conoce de ellos?
Lo cierto es que, obviamente, desconozco la respuesta, pero me sorprende. Me sorprende, ya no tanto que el actor caiga en la sobreactuación, sino, más bien, que no haya nadie que les diga por aquí no vayas que no es necesario, que te pierdes. Por suerte hay muchos actores que te pueden dar un villano o villana y después hacerte de protagonista, o la inversa. Igual que, por suerte, aún hay muchos productores que confían sus producciones a actores que actúan, convencen, enamoran, no echando a perder su producción convirtiéndola en una copia absurda de lo que podría haber sido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario