viernes, 24 de octubre de 2014

Si tan sólo...

Si tan sólo la vida viniera con un libro de instrucciones.

Si tan sólo recibiéramos una señal de lo que debemos hacer, de cómo lo debemos hacer, de cuándo lo debemos hacer.

Si tan sólo cambiáramos un día una lágrima por una sonrisa.

Si tan sólo arregláramos nuestros problemas con un te quiero, con un perdóname, con una sonrisa, con un abrazo.

Si tan sólo fuéramos sinceros con nuestros sentimientos.

Si tan sólo siguiéramos al corazón, guiándonos por la cabeza.

Si tan sólo hiciéramos sin preocuparnos del que dirán.

Si tan sólo fuéramos capaces de gozar de la vida, sin complicaciones, sin expectativas, sin desilusiones.

Si tan sólo viviéramos sin anhelar, dándole a cada cosa su lugar.

Si tan sólo disfrutáramos de cada momento, de cada instante, de cada día de lluvia, de cada día de sol, de las estrellas, de la luna, de la brisa, del mar.

Si tan sólo supiera en que momento nuestros caminos se cruzarán, en que momento nuestros destinos ya no vivirán separados, para vivir uno al lado del otro.

Si tan sólo me mirarás una vez como yo te miro a ti.

Si tan sólo, por un segundo, vieras que soy yo, que nadie más te puede hacer sentir todo, en un instante, en un momento, sin intentarlo, sólo siendo, sólo estando.

Si tan sólo fueras tú, si tan sólo fuera yo, si tan sólo fuéramos nosotros.

Si tan sólo la vida fuera fácil, si tan sólo fuéramos felices.

Si tan sólo nos arriesgáramos por la felicidad.

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