Querida Andrea,
Me atrevo a escribirte esta carta como si nos conociéramos de toda la vida, como si mis opiniones te importarán en algo, inclusive, como si la fueras a leer, y, por ello, me permito el lujo de tratarte de tú y no usar el usted, como si estuviéramos entre amigas.
No sabes lo mucho que te agradezco que hayas aclarado que tanto Esteban como Acacia son personajes de una telenovela, más concretamente de la producción del güero Castro, si no me lo llegas a decir casi seguro que me siento delante del teléfono esperando la invitación a su boda. Claro que hubiese estado más que bien que hubieses aclarado que también son personajes de novela: Cristina, Ulises, Héctor, Danilo, Alejandra, en definitiva, cada uno de los personajes que aparecen en La Malquerida. Claro que, a lo mejor, lo que querías no era aclarar ese punto, si no mostrar tu disconformidad con algunas críticas que te has podido encontrar. Eso sí mi querida Andrea, si me permites, en caso de que hayas leído improperios, descalificativos e insultos, no quiero ni comentarlos, me dan vergüenza ajena.
En alguna ocasión, podrán ser dos o tres, te he hecho llegar a través de Twitter mi disconformidad con lo que venias comentando sobre la novela La Malquerida; y cuando ayer en el programa Hoy, ya me perdonarás que no lo viese antes y te venga a contestar hasta ahora, pero vivo en España, nos hiciste el gran favor de matizar que tanto Esteban como Acacia no eran más que personajes de novela y añadiste, con cierto tono sarcástico, que no ibas a realizar comentario alguno sobre la citada novela por lo que se te podría decir después, me orillaste a escribirte esta carta, ya que en parte me sentí aludida mi querida Andrea.
En la vida uno opina sobre su trabajo abarcando todos los frentes, opina sobre su trabajo en sí, opina sobre sus compañeros, opina sobre su jefe, opina sobre la empresa, pero de cara a terceros, y, en su caso, de cara al público, uno opina con cierta delicadeza, y cierto decoro, más que nada porque uno está opinando de la mano que le da de comer, sin olvidar que entre bomberos no hay que pisarse la manguera, una expresión un tanto vulgar pero que de seguro, mi querida Andrea, entiendes a la perfección.
Entiendo cuál es tu trabajo, o por lo menos creo entenderlo, eres una presentadora de televisión que como tal conduce un programa de televisión al lado de otros compañeros presentadores. Llegados a este punto, creo que tendré que hacer uso de la comparación de tus comentarios con los de tus compañeros, y eso que dicen que las comparaciones son odiosas, pero en muchas ocasiones se hacen más que necesarias para explicar las cosas, porque de otro modo no se entienden, y parece, mi querida Andrea, que contigo voy a tener que usar la comparativa.
A mi personalmente me parece maravilloso que opines, en primeras porque la opinión es libre, y ya sólo con eso tienes todo el derecho del mundo a opinar, pero ¿qué tal si te fijas en como opinan tus compañeros? Tus compañeros también han criticado la relación, en la novela, de Esteban y Acacia, pero no lo han hecho con la inquina con la que lo has hecho tú, por eso te he dicho que las comparaciones son odiosas pero en ocasiones necesarias, y es que, incluso, me ha llegado a dar la sensación de que ibas a devolver hasta el desayuno, y yo, mi querida Andrea me preocupo por tu salud.
Dicho todo ésto, te invito a que pidas a la producción del programa que presentas y del que eres imagen, y generadora de opinión, que te haga el favor de hacerte llegar una selección de vídeos de ti misma comentando distintas novelas, incluyendo, por supuesto, los comentarios tan poco cuidados que has venido vertiendo sobre La Malquerida; y que, una vez vistos con calma, con tranquilidad, hagas una pequeña reflexión, porque me da a mi que la que se está tomando bastante personal a estos dos personajes estás siendo precisamente tú. Te haría llegar yo misma todo ésto, pero tengo que trabajar, amén de que a mi me sería más complicada la recopilación, ya me perdonarás. Eso sí, ya de paso, mi querida Andrea, espero que me digas si tú eres de ese grupo de personas que piensa que las novelas han nacido con el propósito de educar a la gente, y si es así, que medites ante semejante exabrupto.
Y sin más me despido mi querida Andrea, no sin antes esperar de ti un poco de autocrítica, que de vez en cuando no nos viene nada mal. A ninguno.
TE DIGO ALGO A VECES LA LEGARRETA ME CAE BIEN Y A VECES MAL, PORQUE CADA VEZ LE DA SU PATINADA QUE EN VEZ DE SEGUIR VIENDO HOY APAGAS LA TV, CUANDO QUIERE DICE QUE UNA NOVELA ESTA "BIEN" CUANDO LA REALIDAD ES DISTINTA CUANDO DEFENDIA A LEVY EN LA TEMPESTAD Y EN ESPECIAL A SU INTIMO CHRISTIAN DE LA FUENTE EN QUIERO AMARTE, UN POCO MAS SE DESGARRABA LA ROPA EN VIVO X EL, LO ALABABA BASTANTE AUNQUE LA HISTORIA ESTABA PESIMA Y LE DABA CON PALO A KARYME LOZANO, QUE EN SU CASO DEJO A DEBER BASTANTE CON AMAYA.
ResponderEliminarObviamente, como vivo en España, no puedo ver en su totalidad el programa, como imagino que sí podrás hacer tú. Aunque lo cierto es que sí he visto algunos vídeos de ella, y por eso digo que debería pedir las cintas, y vi exactamente los comentarios que hizo sobre esos dos protagonistas en concreto. Pero, ¡oh casualidad!, son dos actores que a ella en lo personal le hacen la pelota, y con Meier tiene un pique. Claro que son rumores, pero cuando existen estos rumores y ella hace esos comentarios en el programa, ¿blanco y en botella? ¡Leche!
EliminarTotalmente de acuerdo, cuando veo que critica con tal saña la novela, me dan ganas de ahorcarla porque como bien lo dices, si es de las personas que cree que con una novela se puede educar a las personas, pues está muy mal! Da a entender su falta de inteligencia.
ResponderEliminarMuy buena crítica!
¡Muchísimas gracias María! Un abrazo
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