ESTEBAN: Acacia, no debió pasar, ésto no va a volver a pasar. Perdóname. Lo siento. (Respira entrecortado) De verdad, perdóname. Yo, yo, yo quiero a tu madre. La quiero y quiero tener un futuro con ella. Lo siento. (La mira por primera vez) ¡Perdóname!
Esteban se lleva las manos a la cara, Acacia le mira asombrada.
ACACIA: Me acabas de besar. Me acabas de besar con tantísima pasión, ¿y lo único qué me dices es que lo sientes? (Se acerca a Esteban, le da una bofetada, le mira furiosa, le da otra bofetada) ¿¿¿Y qué quieres a mi madre??? ¡¡¡No tienes vergüenza Esteban!!! Eres un cínico, un descarado, un manipulador. Pero te juro, óyeme bien, te juro que ésto no quedará así. (Se seca las lágrimas que le resbalan por las mejillas) Le demostraré a mi madre que eres el peor de los hombres, porque eso es lo que eres, el peor de los hombres, el más manipulador, el más, el más mezquino. Te odio tanto Esteban.
Esteban la mira furioso.
ESTEBAN: ¿Cuál es el verdadero problema Acacia? ¿Qué eres una niña caprichosa y no has podido conseguir tu último capricho?
ACACIA: ¡Tú me besaste! ¡Fuiste tú!
ESTEBAN: ¿Fui yo? ¿O fuimos los dos Acacia?
ACACIA: No descansaré hasta que desaparezcas de la vida de mi madre y de esta hacienda, eso ni lo dudes.
Acacia se da media vuelta y monta en su caballo, y sale al galope hacia la casa. Esteban la mira un instante, pero enseguida monta en su caballo.
ESTEBAN: ¡Niña caprichosa! Yo también te odio.
Dos meses después.
Acacia está en su habitación, sentada en su cama leyendo. Llaman a la puerta y entra Manuel.
MANUEL: Aci, ¿estás ocupada? ¿Podemos hablar?
ACACIA: Claro Manolo, pasa.
Acacia cierra el libro y se acomoda en la cama, Manuel se sienta en el borde.
ACACIA: Tú dirás.
MANUEL: Aci, estoy preocupado con la actitud que estás tomando. Mira, yo entiendo que estás disgustada por la relación de tu madre con Esteban, pero llevas dos meses que no quieres comer en la mesa con tu familia, que discutes con él cada vez que te lo cruzas, que apenas hablas con tu madre... Y no estás consiguiendo nada, sino más bien todo lo contrario.
ACACIA: ¿Qué quieres decir con todo lo contrario?
MANUEL: Quiero decir que la relación entre Esteban y tu madre cada vez se consolida más, y que deberías...
Acacia le interrumpe.
ACACIA: Manolo, ya te he explicado una y mil veces lo que pienso de esa relación.
MANUEL: Lo sé Acacia, pero si lo que quieres es demostrar a tu madre que Esteban sólo está con ella por interés, no lo lograrás desde esta habitación.
Acacia mira a Manuel, le dedica una medio sonrisa.
ACACIA: ¿Sabes qué Manolo? Qué tienes razón. Debo estar ahí día a día para demostrarle a mi madre la realidad, que Esteban no la quiere. (Se levanta de la cama) ¿Vamos a cenar?
Manuel mira a Acacia, le sonríe, se levanta de la cama, se pone a su lado y le tiende el brazo, que ella agarra, y juntos salen de la habitación.
En el comedor Juan Carlos y Elena ya están sentados a la mesa, del despacho salen agarrados de la mano Esteban y Cristina, y a su vez, Acacia agarrada del brazo de Manuel.
JUAN CARLOS: ¡Mi hijita! ¡Qué alegría!
ELENA: Sí preciosa, por fin cambiaste de actitud.
CRISTINA: Acacia hija eso significa que... (mientras se acerca a Acacia)
Acacia mira seria a Cristina, la interrumpe.
ACACIA: Eso significa que esta también es mi casa y que quiero cenar con mi familia.
Cristina besa a Acacia.
CRISTINA: Por lo que sea hija, pero qué bien que estás aquí.
Acacia y Manuel se dirigen a sus respectivos lugares en la mesa, Cristina y Esteban hacen lo propio.
CRISTINA: No Esteban, desde hoy quiero que tú presidas la mesa, siempre mi vida.
ESTEBAN: ¿Estás segura mi amor? Aún no... (Le sonríe a Cristina y le da un pequeño beso en los labios)
Acacia les mira atónita.
ACACIA: Mamá, ¿por qué le cedes ese sitio a Esteban? Ese es el sitio del patrón de la Benavente. (Mira a Esteban) Y como mi papá ya no está (vuelve a mirar a Cristina) ese sitio lo ocupas tú.
CRISTINA: Bueno hija, en realidad (coge a Esteban de la mano) Esteban va a ser el nuevo patrón de la Benavente. Nos vamos a casar.
ELENA: ¡Ay hija que alegría!
JUAN CARLOS: Cristina, Esteban, qué maravilla.
Elena y Juan Carlos se levantan de sus sillas y van a abrazar a Esteban y Cristina, Manuel sigue impasible, Acacia sentada a su lado mira la escena atónita.
ACACIA: ¿¿¿Qué te vas a casar??? Mamá dime que esto es una broma, dime que no te has dejado embaucar por este.
Acacia se levanta de su silla.
ACACIA: No me lo puedo creer mamá, te creía más inteligente, muchísimo más inteligente.
CRISTINA: ¡¡Acacia estoy harta de que me faltes al respeto!!
Acacia se marcha apresuradamente a su habitación.
CRISTINA: Acacia, ¡ven aquí! (Mira a Esteban) Voy a hablar con ella.
Esteban le agarra de las manos, le da un beso.
ESTEBAN: Déjame a mí, ¿sí mi amor? Un último intento para explicarle y hacerle entender cuanto te quiero.
CRISTINA: Está bien mi vida. Inténtalo. Aunque no sé si servirá.
Acacia está en su habitación, da vueltas furiosa.
ACACIA: No me puedo creer que se vaya a casar con él. ¿Por qué con él? ¿Por qué? Él sólo está con ella por interés, yo lo sé, yo lo sé. Claro que sí, porque él, porque él... No la quiere, no la quiere, no la quiere.
Llaman a la puerta, Esteban entra.
ACACIA: ¿Qué haces aquí? ¡¡¡Fuera inmediatamente!!! ¡¡¡Fuera!!! Vamos, lárgate. ¡¡Lárgate!!
ESTEBAN: ¡Acacia deja de comportarte como un niña malcriada! (Acacia le mira atónita) Me voy a casar con tu madre porque la quiero, porque es la mujer que me va a dar estabilidad, amor, cariño, comprensión. No me caso con ella por ningún otro motivo.
ACACIA: ¿La quieres? ¿De verdad la quieres? Entonces, ¿por qué me besaste?
ESTEBAN: Aquél beso fue, fue un arrebato, fue un impulso, me dejé llevar. Pero jamás volverá pasar, en aquel instante te lo dije y lo he cumplido, y lo seguiré cumpliendo.
ACACIA: Pero me besaste.
Acacia y Esteban se miran, sus respiraciones entrecortadas, empiezan a acercarse, lento, casi imperceptiblemente. Llaman a la puerta y entra Cristina. Esteban se da media vuelta y va hacia ella.
ESTEBAN: Mi amor, intentaba explicarle a Acacia que te quiero pero...
CRISTINA: Pero no lo quiere entender. (Se acercan a Acacia, Cristina la mira) Acacia se acabó. No voy a aguantar una sola rabieta más, un solo berrinche, una sola actitud de niña caprichosa y mimada. (Acacia abre la boca para hablar) Una más Acacia y tomaré medidas. Medidas que aunque me duela tomarlas, puede que sean la última solución. Cambia de actitud, no te lo advierto más. Yo sólo quiero que seamos una familia Acacia, ¿tanto te pido?
A Acacia le resbalan las lágrimas por las mejillas. Cristina se dirige hacia la puerta, Esteban se queda quieto en frente de Acacia, mirándola, y ella a él.
ACACIA: Te odio... (Susurra)
ESTEBAN: Yo también te odio... (Susurra)
CRISTINA: ¿Mi vida?
Esteban se da media vuelta y se dirige hacia la puerta.
ESTEBAN: Vamos mi amor.
Esteban cierra la puerta de la habitación de Acacia, ésta coge un cojín del sillón y lo tira a la puerta.
ACACIA: ¡¡¡Te odio!!!
Acacia se sienta en el suelo, apoya las manos en la cara y llora desconsolada.
Laura González López (2014. España)
Pobre acacia :'(
ResponderEliminar¡Pobres todos! Jajaja ;)
EliminarJoe que mal, pobre acacia
ResponderEliminarCada vez que leo estos capítulos me quedo más intrigada, me encanta
¡Me alegro! ;)
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