miércoles, 5 de noviembre de 2014

Capitulín 9. La Malquerida 2.0. La alternativa.

Esteban y Cristina están el patio, él acaba de decirle que quiere hablar sobre Acacia, ella está seria.

CRISTINA¿De Acacia?

ESTEBANSí, no debo salir a montar con ella todos los días.

Cristina mira a Esteban extrañada.

CRISTINA: ¿Cómo que no debes? (Duda un instante) ¿Ha pasado algo entre vosotros?

ESTEBAN: Por favor Cristina, ¿qué va a pasar? Nada. Es sólo que creo que estoy descuidando mis obligaciones. (Duda un instante, se acerca más a Cristina) No sé, piénsalo.

Cristina se acerca más a Esteban, están a unos centímetros de distancia.

CRISTINA: Lo haré.

Cristina coloca su mano en el pecho de Esteban, le mira a los ojos, sonríe, quita su mano, se acaricia el pelo, se da media vuelta y se va.


Esteban está en la cocina con Rosa.

ESTEBAN: Qué rico desayuno Rosa, gracias.

ROSA: Ni falta hace que me des las gracias.

Rosa sonríe a Esteban y le acaricia cariñosamente el brazo. Entra Acacia.

ACACIA: Buenos días.

ROSA: Niña, buenos días.

Acacia sonríe a Rosa, mira a Esteban, él no la mira.

ACACIA: Esteban, hoy sí salimos a montar. (Le mira, él sigue sin mirarla) ¿Verdad?

ESTEBAN: Tengo mucho que hacer niña.

Rosa mira a Esteban y luego a Acacia, se da media vuelta y sale de la cocina. Esteban se da media vuelta también y camina hacia la puerta.

ACACIA: ¡Esteban! ¡Hoy salimos a montar!

Esteban está de espaldas a ella, no se gira.

ESTEBAN: Niña tengo...

Acacia le interrumpe.

ACACIA: Ya te oí Esteban, tienes mucho que hacer. Pero es una orden de mi mamá. (Duda un instante, empieza a caminar y al pasar al lado de Esteban) Así que salimos a montar.

Acacia sale de la cocina, Esteban la ve salir, y la sigue.


Acacia y Esteban están montados en sus respectivos caballos, trotan el uno al lado del otro. Esteban mira al frente o a los campos, Acacia le mira a él.

ACACIA: Vayamos al lago.

ESTEBAN: Mejor otro día niña Acacia.

ACACIA: ¿Otro día? Ah, ya sé, tienes mucho que hacer. (Mira a Esteban, él no lo mira.) Entonces, ¿a qué esperamos? Si tanto tienes que hacer, ¡volvamos ya!

ESTEBAN: Cómo usted mande.

Acacia le mira enfadada, pone su caballo al galope y sale dirección a la casa. Esteban la sigue. Llegan a las caballerizas, Acacia se baja de su caballo, Esteban también. Él coge las riendas de las manos de ella, se rozan un instante, ella lo mira esperanzada, él no la mira, está con la mirada fija en su mano.

ACACIA: Esteban, ¿qué tienes? ¿Te pasa algo conmigo?

Esteban levanta la vista, mira por primera vez a Acacia a los ojos.

ESTEBAN: ¿Con usted? ¿Qué me va a pasar a mí con usted niña?

Acacia le mira, sorprendida. Los ojos se le llenan de lágrimas.

ACACIA: ¡Eres un idiota! No sé porque te comportas así, pensé que tú y yo...

Acacia se da media vuelta y sale corriendo, las lágrimas resbalan por sus mejillas.

ESTEBAN: Exacto Acacia, soy un idiota... Un idiota que (niega con la cabeza) bah, tonterías.

Esteban se va con los caballos a las caballerizas.


Acacia entra en la casa, va por el pasillo camino de su habitación, se tropieza con Manuel.

MANUEL: Aci, ¿estás bien?

Acacia se seca las lágrimas.

ACACIA: Ay Manolo, ¿tú aquí? Sí, estoy bien.

MANUEL: Pero si estás llorando, ¿qué tienes?

ACACIA: Es una tontería Manolo, me asuste con el caballo... Sin más. (Sonríe a Manuel con una fingida sonrisa) Pero, ¿tú qué haces aquí? ¿viniste a verme?

MANUEL: Pues la verdad es que no.

ACACIA: ¿No?

Manuel sonríe, Acacia le agarra del brazo y ambos entran en el salón.

MANUEL: En realidad estoy viviendo en la Benavente desde anoche Aci.

ACACIA: ¿Aquí? ¿Pero de qué hablas?

Manuel y Acacia se sientan en el salón.

MANUEL: Lo que oyes. Tengo muchos problemas con mi papá, ya sabes cómo es. (Coge la mano de Acacia) Y mi madrina me dijo que podía venir a pasar una temporada aquí, espero que te parezca bien.

Acacia le da un golpecito en la mano.

ACACIA: Ay Manolo, por supuesto. (Le sonríe) Me cambio y nos vamos a pasear, ¿te parece? Así me cuentas cómo está todo con tu papá.

MANUEL: Me parece perfecto, aquí te espero.

Acacia se levanta del sofá, se dirige a su habitación. Manuel la mira y sonríe.


En el comedor de la Benavente, la comida acaba de terminar.

JUAN CARLOS: Bueno Manuel, yo espero que todo se solucione con Norberto. No es bueno que estés enfadado con tu papá.

MANUEL: Yo lo sé Don Juan Carlos. Pero creo que va a ser bueno que yo esté aquí una temporada.

CRISTINA: Claro que sí Manuel, hasta que las cosas se calmen. Esta es tu casa, ¿verdad Acacia?

ACACIA: Por supuesto que esta es tu casa Manolo.

Cristina mira a Manuel y le sonríe, luego mira a Esteban y vuelve a mirar a Manuel.

CRISTINA: Hija por qué no sales ahora un rato con Manuel a pasear, o vayan a El Soto. Distráinganse.

MANUEL: ¡Qué buena idea madrina! Vamos Aci, ¿sí?

Acacia mira a Esteban que no la mira, observa la copa que sostiene entre las manos y que está apoyada en la mesa.

ACACIA: Está bien Manolo, vamos.

Acacia y Manuel se levantan.

MANUEL: Con permiso.

ACACIA: Con permiso.

Manuel mira a Cristina, la guiña un ojo, ella sonríe cómplice. Esteban mira a Cristina, mientras Acacia y Manuel salen del salón.

ESTEBAN: Con permiso, yo también me retiro.

CRISTINA: Está bien Esteban. Luego nos vemos.

Esteban sale de la casa, llega al patio y ve a Acacia y Manuel sentados en el banco de piedra hablando, se esconde detrás de una de las columnas y les observa. Manuel pone su mano en la pierna de Acacia, ella mira la mano, mira a Manuel, él le coloca la otra mano en el hombro y la besa en la boca. Esteban se enfurece, da media vuelta y se marcha.

Un poco más alejada, en el quicio de la puerta de la casa, Cristina mira a Acacia y Manuel, los ve besarse.

CRISTINA: Lo sabía...

Inhala, exhala profundo, sonríe y entra en la casa.

Acacia se separa de Manuel.

ACACIA: ¿Pero qué haces Manolo?

MANUEL: Aci yo.. Sabes que... Tú sabes que...

ACACIA: Manolo, tú y yo sólo somos amigos.

MANUEL: Pero Aci...

Acacia le interrumpe.

ACACIA: No lo vuelvas a hacer Manolo, yo no te quiero, no así. Yo estoy (Se queda callada)

MANUEL: ¿Tú estás qué Acacia?

Manuel la mira serio, Acacia se pone nerviosa.

ACACIA: Yo estoy muy bien así como estamos, como amigos.

Acacia se da media vuelta y entra en la casa, Manuel se queda sentado en el banco de piedra. Ve pasar a Luisa con una cesta de ropa.


Esteban vuelve a cruzar el patio, pasa al lado de Manuel que sigue sentado en el banco, escribiendo en su móvil. Va a su habitación, entra, da un portazo. Se dirige a su mesa, pega un puñetazo en ella. Respira entrecortado. Coge la silla y la tira al suelo, coge la lámpara de la mesilla y la tira al suelo, coge el libro que Acacia le regaló, lo mira un instante, lo tira al suelo; mientras grita de rabia.

Llaman a la puerta y entra el Rubio.

RUBIO: Compadre. ¿qué pasó?

ESTEBAN: Pasó qué soy un idiota Rubio.

Esteban golpea la pared.





Laura González López (2014. España)

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