martes, 18 de noviembre de 2014

Capitulín 19. La Malquerida 2.0. La alternativa.

Esteban está en la recámara de huéspedes, sentado en la cama, se mira la palma de las manos, entrelaza los dedos, se pasa las manos por la cara. Se pone de pie y se dirige a la cocina, Rosa está cortando verduras sentada a la mesa, cuando ve a Esteban se pone de pie.

ROSA: Patrón, ¿qué se le ofrece? ¿Tiene hambre?

ESTEBAN: No Rosa, gracias. ¿Sabes dónde está el Rubio?

Rosa le mira contrariada, agacha la cabeza, coge con las manos el delantal y juguetea con él.

ROSA: Pos sí patrón. Anda por el patio, pa' mi que bebiendo... (Mira a Esteban) No más no se vaya a molestar con él, es que mi nieta y él pos pelearon y ya sabe cómo es el Rubio, las penas las ahoga en el alcohol.

ESTEBAN: No te preocupes Rosa. Gracias.

Esteban pasa al lado de Rosa, le toca con ternura el hombro y se dirige al patio. Rosa se vuelve a sentar y continúa cortando verduras.


En el patio el Rubio está sentado en el banco de piedra, tiene dos botellas de tequila con él, una de ellas entera, la otra ya empezada. Llega Esteban, el Rubio se pone de pie.

RUBIO: Patrón.

ESTEBAN: Compadre, Rubio, esta noche necesito al amigo no al capataz de la hacienda.

RUBIO: Ta' bien compadre.

Esteban y el Rubio se sientan en el banco de piedra. El Rubio coge la botella de tequila, sirve un vaso y se lo da a Esteban, éste le niega con la cabeza y le coge la botella, bebe un trago largo. El Rubio le mira sorprendido.

RUBIO: ¿Qué pasó compadre?

ESTEBAN: Pasó que soy un mierda Rubio, un mierda...


Acacia está en su habitación, sentada en el sofá, abrazando sus rodillas, con la cabeza agachada, llora desconsolada. Llaman a la puerta y entra Manuel, llega con gesto serio pero se torna en sorpresa y angustia cuando la ve. Manuel se acerca a Acacia, se sienta a su lado.

MANUEL: Aci, ¿qué ocurre? ¿Qué tienes?

Acacia levanta la cabeza y le mira.

ACACIA: Manolo, necesito que nos casemos cuanto antes.

MANUEL: ¿Lo necesitas? ¿Necesitas que nos casemos? ¿Por qué...? (La mira unos segundos en silencio, ella le mira mientras las lágrimas caen por sus mejillas) ¡Oh! Necesitas... Necesito estar sólo Acacia.

Manuel se levanta del sofá, Acacia le coge la mano, le mira a los ojos suplicante.

MANUEL: Sí Acacia, nos casaremos en seguida.

Manuel se dirige a la puerta, antes de abrirla mira a Acacia, tiene los ojos empapados en lágrimas, ella le mira. Manuel sale de la habitación.


En el patio Esteban y el Rubio están bebiendo la segunda botella de tequila.

RUBIO: Yo sé que andas así por la niña Acacia, yo ya sé. Yo ya te dije. Pues y ahora tú casado con la madre, y la niña Acacia ahí con el joven Manuel.

ESTEBAN: Rubio, yo quiero a Cristina.

RUBIO: Va compadre, a otro perro con ese hueso.

Esteban mira al Rubio.

ESTEBAN: No Rubio, de verdad, quiero a mi mujer. La quiero muchísimo. Es una mujer excepcional. Sólo quiere hacerme feliz, es en lo que se preocupa... Es lo que le preocupa, eso, hacerme feliz. Pero Acacia, mi Acacia...

MANUEL: ¿Tu Acacia?

Esteban y el Rubio miran sorprendidos a Manuel que se acerca a ellos. Esteban se pone de pie, furioso y se acerca a Manuel, le empuja y le da un puñetazo.

ESTEBAN: ¡Aléjate de Acacia!

Manuel se toca la mandíbula, mira sorprendido a Esteban, le da un puñetazo.

MANUEL: ¿¿¿Qué te pasa Esteban??? Has dicho que Acacia es tu Acacia, me pides que me aleje de ella, me... (Mira sorprendido a Esteban, luego furioso) ¡¡¡Tú!!! ¡¡Eres tú!! ¡¡¡¡¡Maldito enfermo!!!!!

Manuel se abalanza sobre Esteban, que acaba de ponerse de pie, ambos empiezan a pelearse, los puñetazos vienen y van del uno al otro. El Rubio les mira mientras sigue bebiendo de la botella.


Cristina va deambulando por la casa, entra en la recámara de huéspedes.

CRISTINA: ¿Esteban? ¿Mi vida?

Cristina mira a su alrededor, sale de la habitación y sigue deambulando por la casa. Llega a la cocina y ve a Rosa que está apagando las luces.

CRISTINA: Rosa.

ROSA: ¿Patrona? ¿Qué necesita señora Cristina? ¿Se siente usted bien?

CRISTINA: Sí Rosa, buscaba a Esteban. ¿Sabes dónde está?

ROSA: Uy, hace un buen señora. No más vino preguntando por el Rubio y yo, pos creo que salió a buscarlo al patio.

CRISTINA: Gracias Rosa. Y ve a descansar, ya es tarde.

ROSA: Ya mismito patrona, buenas noches.

CRISTINA: Buenas noches Rosa.

Cristina sale de la cocina y se dirige al patio.


En el patio Esteban tiene el labio partido y golpes en la cara, mira a Manuel furioso, que tiene una ceja partida, y la cara y la camisa empapadas en sangre. Manuel va a por Esteban a golpearle nuevamente, pero éste se agacha y coge el cuerpo de Manuel sobre sus hombros y le tira. Manuel cae hacia atrás y se da con el banco de piedra en la cabeza, cae al suelo, se queda inmóvil. El Rubio se agacha a su lado, le toca, mira a Esteban.

RUBIO: ¡Compadre! ¡¡Lo mataste!!

Esteban mira al Rubio, no se mueve, respira entrecortado.

RUBIO: Compadre nos tenemos que ir. ¡Vámonos compadre! Si alguien sabe que tú lo mataste, van a saber por qué... Dirán que por la malquerida, dirán que lo mataste por la malquerida... (Coge a Esteban de los hombros) ¡Dirán que por la niña Acacia! ¡¡Vámonos compadre!!

Esteban empieza a andar hacia la casa, mientras el Rubio recoge las botellas de tequila vacías y el vaso. Esteban pasa al lado de una de las columnas de la terraza, Cristina le mira, su cara recoge la incertidumbre, el odio, el asco. Esteban agacha la cabeza y sigue andando hacia la casa, Cristina le sigue. Ambos llegan a la recamara principal, Esteban entra primero, Cristina cierra la puerta, él se queda quieto en medio de la habitación, no se mueve, sólo se mira las manos cerradas en puño. Cristina se para en frente.

CRISTINA: ¿Has sido capaz de fijarte en mi hija? ¿Has sido capaz de mirar a mi hija como mujer? Dime que no, Esteban mírame, mírame y dime que no. ¡¡¡¡¡Esteban!!!!! ¡¡¡Mírame y dime que no!!! ¡¡¡¡¡Mírame y dime que no!!!!!

Esteban no mira a Cristina, sigue con la cabeza agachada mirándose las manos. Cristina empieza a caminar por la habitación. Se apoya con fuerza en su tocador, se mira en el espejo y a través de él mira a Esteban.

CRISTINA: ¡¡¡Dime que no!!! (Tira todo lo que hay en el tocador) ¡¡¡Dime que no!!! (Tira la silla, se gira y mira a Esteban) ¡¡¡Dime que no!!! (Va a la cama, quita la colcha, la tira al suelo, coge los cojines, los tira al suelo) ¡¡¡Dime que no!!! ¡¡¡Dime que no!!! (Se dirige a Esteban, le abofetea una, dos, tres veces) ¡¡¡Dime que no!!! (Le pega puñetazos en el pecho, le da manotazos en la cabeza, una, dos, tres veces) ¡Se un hombre! ¡Se un hombre! (Le pega otra vez)

Esteban se aparta de ella.

ESTEBAN: ¡¡¡Basta Cristina!!! Te estás comportando como una loca.

Cristina le mira furiosa.

CRISTINA: ¿Loca? ¿¿Loca??

ESTEBAN: Sí, loca. No ha pasado nada. ¡No pasa nada entre Acacia y yo!

Cristina le mira furiosa, se dirige a la mesilla y coge una foto de los dos, se la tira, Esteban la esquiva.

CRISTINA: Te oí, te vi. ¡Lo vi todo Esteban!

ESTEBAN: No oíste nada, ni viste nada Cristina.

CRISTINA: Has matado a Manuel. (Cristina empieza a llorar) ¡Has matado a mi ahijado!

ESTEBAN: Ha sido un accidente... (Le tiembla la voz) Manuel se puso como loco, yo no sé por qué, pero me pego y yo, y yo, ¡y yo me defendí! Sólo eso.

Cristina se seca las lágrimas.

CRISTINA: Lo mataste Esteban.

ESTEBAN: Fue un accidente, te lo juro mi amor.

Esteban cae de rodillas en frente de Cristina, le abraza las piernas, llora.

ESTEBAN: Fue un accidente mi amor, te lo juro. (Levanta la cabeza y mira a Cristina) Ayúdame Cristina, no quiero ir a la cárcel, ayúdame. (Vuelve a apoya su cara en las piernas de Cristina) Perdóname.

Cristina quita los brazos de Esteban de sus piernas, se aleja de él.

CRISTINA: Quiero la verdad. Dime la verdad Esteban, dime la verdad y te ayudaré. Pero quiero la verdad. (Se sienta en la cama, Esteban sigue de rodillas) ¿Qué pasa con mi hija? ¿Qué te pasa con mi hija?

Esteban la mira.

ESTEBAN: Me confundí Cristina, confundí mis sentimientos. Pero yo te quiero, te juro que te quiero. Te lo juro.

Cristina se seca las lágrimas, se pone de pie y sale de la habitación.


Cristina entra en la habitación de Acacia, ella está durmiendo, enciende la luz.

CRISTINA: Acacia. (Se acerca a la cama) Acacia despierta, Acacia, ¡Acacia despierta! (Acacia abre los ojos) Ven conmigo. Ahora.

Acacia mira a Cristina sorprendida.

ACACIA: ¿Mamá?

CRISTINA: Vamos Acacia, ven conmigo. Es importante.

Acacia se levanta de la cama, coge la bata que está a los pies de la cama, se la pone y sigue a su madre por el pasillo. Llegan a la recámara principal, Esteban está sentado al pie de la cama, las ve entrar y se pone de pie.

CRISTINA: Esteban, te perdono, pero demuéstrame que sólo era confusión, llámala hija. 

Acacia mira a Esteban, luego mira a Cristina.

ACACIA: ¿Mamá qué ocurre? ¿Qué es todo esto?

CRISTINA: Esteban se confundió Acacia, confundió sus sentimientos. E hizo una locura... Mató a Manuel.

Acacia se lleva las manos a la cara.

ACACIA: ¡Oh Dios! ¿Manolo muerto? (Mira a Esteban) ¿Qué hiciste?

ESTEBAN: Fue un accidente Acacia, te lo juro.

CRISTINA: ¡Acacia no! Llámala hija. (Mira a Acacia) Y tú llámale padre. Desde hoy llámale padre, así no se podrá confundir y te verá como te tiene que ver, como su hija. (Mira a Esteban) ¡Hacedlo! Esteban llámala hija, Acacia llámale padre.

Cristina se acerca a Acacia.

CRISTINA: ¿Por qué no dices nada? (La coge de los hombros, la zarandea) ¡Dilo! ¡¡Llámale padre!! (Le tiembla la barbilla, las lágrimas caen por sus mejillas) ¡Hazlo Acacia!

Acacia empieza a llorar.

ACACIA: No... No puedo. (Mira a Cristina a los ojos) No puedo llamarle padre, no puedo mamá.

Cristina suelta a Acacia.

CRISTINA: ¿Por qué no?

ACACIA: Porque no le veo como un padre, nunca le vi como un padre... Yo... Yo... (Coge aire) Yo le veo como hombre.





Laura González López (2014. España)

4 comentarios:

  1. Me ha encantado este capitulin, muy bueno, me has dejado con intriga

    ResponderEliminar
  2. PORFAVOR EL PROXIMO CAPITULOOOOOOOOO :O ME QUEDE SUPER INTRIGADAAAAA ESTA SI ES NOVELAAA :)

    ResponderEliminar