En estos días, desde que terminó La Malquerida, y especialmente desde que terminé mi propia versión 2.0, quise buscar una nueva novela que destripar, lo de disfrutar, sólo lo se una vez empezada. Pero antes de poder elegir, me topé con una noticia que me desconcertó, y que me hizo plantearme por qué tienen más éxito los refritos o las nuevas versiones que las novelas originales. La noticia en cuestión trataba sobre el cambio de horario que van a sufrir Los Miserables, la novela de Arámbula en Telemundo, por Tierra de Reyes, el nuevo refrito que la cadena está preparando de Pasión de Gavilanes. Por otra parte, también vi los buenos datos que ha venido teniendo desde su estreno La Sombra del Pasado, refrito de la inolvidable El Manantial, y aún me cuestioné más el por qué del sí a los refritos y el no a las originales.
Lo cierto es que de estos dos refritos que he mencionado, sus historias originales me emocionaron. Recuerdo tanto Pasión de Gavilanes como El Manantial, recuerdo a los actores, y por supuesto, recuerdo la historia. Habiendo ya visto las originales, catalogando ambas como buenas novelas, aún me cuesta más entender cómo es posible que sus refritos sean, por un lado una apuesta de Telemundo para el horario estelar, y por el otro la responsable de superar los puntos de rating que dejó La Malquerida. ¿Será que los espectadores no quieren originales? ¿Será que los espectadores prefieren ver una nueva versión de una historia que ya conocen? Y esto último, siempre y cuando se trate de una nueva versión, porque normalmente los cambios introducidos en la trama son mínimos. ¿O será que quieren ver una novela que en su momento disfrutaron pero con rostros y escenarios nuevos?
Empezar una novela de cero tiene sus riesgos, y yo por lo menos, como novelera, los asumo. Te arriesgas a que la trama de un giro inesperado que no te gusta, que los personajes tengan vivencias o actuaciones con las que no estás de acuerdo, y que la historia te mantenga en vilo, pensando en que sucederá después. ¿Pero no es esa la magia y la gracia de todo ésto? Aunque, no nos engañemos, es muy difícil que una novela te sorprenda en el final, las parejas protagonistas siempre quedan juntas (¡cómo me gustaría que por una vez no fuese así!), los villanos siempre pagan sus fechorías (¡cómo me gustaría un poco de realismo alguna vez!), quien se ha comportado mal pero sin ser villano se arrepiente (¡cómo quisiera ver que alguien simplemente asume las consecuencias sin flagelarse!). Por lo tanto, y dicho todo ésto, ¿no sería más lógico que se disfrutase más de una historia original de principio a fin y no de un refrito?
En este punto debo aclarar que yo tengo una rareza ciertamente particular con los libros. Cuando elijo un libro nuevo siempre, siempre, leo el primer y el último párrafo del mismo, y si con la lectura de estos dos párrafos el escritor no ha conseguido despertar a mi imaginación, no pierdo el tiempo en leérmelo. Es una rareza, lo sé, pero tiene mucho que ver con la forma en la que yo disfruto, imagino, y vivo un libro. Yo no leo un libro durante dos meses, yo me encierro un fin de semana para devorarlo, o estoy un par de semanas sin hacer otra cosa en mi tiempo libre que no sea leer. Pero esa soy yo. La misma que cuando escoge una telenovela la escoge por un todo, la escoge porque la han enganchado. Y es así, me engancho de la historia, me engancho con el elenco, y sobre todo me engancho una vez veo el trailer. No me engancho con una historia que ya he visto o que puedo ver si así lo quiero, así es el mundo de internet, no me engancho de lo que ya conozco, me engancho de lo nuevo. Me quejé muchísimo de La Malquerida, prueba de ello son todos los post que a la misma dediqué, pero aún así seguí pegada día a día, capítulo a capítulo, y eso no hubiese pasado si hubiese sido un refrito. ¿Por qué para que perder el tiempo con algo que ya sabía como acabaría? ¿Por qué esperar que la historia diese ese vuelco tan esperado? ¿Para qué si ya se había hecho antes?
Tal vez soy una novelera rara, no sólo una lectora rara, e igual que necesito leer el primer y el último párrafo de un libro para decidirme por él o no, igualmente necesito que me den la magia de no saber que pasará en los ciento y pico capítulos que dura una telenovela. Si es así, si soy una novelera rara, he de reconocer que, me gusta ser una novelera rara.
Hola
ResponderEliminarComo te había dicho, te sigo leyendo y en esta ocasión tu post me hizo recordar porque no soy tan apegada a las telenovelas, los refritos o remakes como ahora les llaman, me generan cierta decepción por muchas de las razones que mencionas, siempre terminan en conjunto como todas las telenovelas, como un cuento de hadas. Es claro que a estas alturas nadie va a descubrir el hilo negro, lo tengo tan claro que prefiero buscar en internet, propuestas que aún cuando te plantean una historia similar, el tratamiento sea diferente y te cause esa intriga al no saber cómo es que van a resolver tal o cual situación e incluso el rumbo de la historia tenga varias vertientes a seguir.
Sobre las telenovelas a las que haces mención, como te dije, después de La Malquerida ya no me ha llamado la atención otra producción de las que están al aire, ni siquiera las nuevas propuestas de Univisión o Telemundo, ya que me parece una de ellas va a presentar otra historia de narcotrafico parecida a La reina del Sur y con la misma protagonista, supongo que van a explotar la fórmula hasta que les deje de funcionar.
Leyendo lo anteriormente escrito en este post, sobre cómo te gustaría que desarrollaran ciertos personajes, cosa que a mí me pasa también, opto por buscar propuestas como la que te había mencionado en tu post sobre "desencantarse", donde los personajes se acercan a lo que mencionas, se muestran humanos, cometen errores y hacen daño, tal vez se arrepienten, pero incluso su arrepentimiento no siempre es sincero, llega a ser egoísta, sólo con la intención de que los demás vuelvan a aceptarlos en sus vidas y no terminan precisamente muertos, en la carcél o quemados jajajaja, cada capítulo me dejaba con la sensación de esperar cualquier cosa, no puedo decir que sea magnífica, porque como toda historia original o que por lo menos lo intentó tuvo sus detalles, sobretodo considerando que la grababan mientras atendían los comentarios e ideas de los espectadores, pero los presonajes y las actuaciones me gustaron; ya que cumplieron su propuesta de que no habría villanos ni santos, todos reaccionaban a lo que sentían. Llegó un momento en que estaba casi segura de que el final sería el típico "boda, beso, fin", pero afortunadamente no y el cinismo de algunos personajes llegaba a ser hasta convincente, te pasaba eso que tanto esperé ver con Esteban, aunque no apoyabas lo que hacían, entendías porque llegaban a tomar ciertas decisiones, veías que en cierto momento tuvieron razón al hacer lo que hicieron, pero sin dejar de ver el provecho que sacaban.
Por último, a mi parecer el hecho de que los productores y las mismas televisoras no se arriesguen con propuestas "originales" es porque en primera con un refrito, los escritores y adaptadores, incluso los actores tienen algo o alguien que los guíe, mientras con algo nuevo están a la deriva, sin saber que esperar, ni poder garantizar cierto éxito que se vea reflejado en ganancias para la empresa; por su parte el público, tienen una referencia de qué esperar. En segundo, para algo así también hay que considerar, como vimos en La Malquerida al reparto debe llamar la atención, estar respaldado con grandes figuras para llamar la tención de espectador, pero lo más importante es que estén dispuestos también a arriesgar (siendo muy conocidos y admirados o nuevos talentos por descubrir), cosa que es muy difícil, pocos permiten, sí ya tienen "fama" que los hagan a un lado o que el proyecto no sea otro éxito en su carrera, mientras los otros quieren un pronto reconocimiento, algo que los haga estar rapidamente en la cima.
Bueno, me despido, como siempre es un placer leerte aunque después de varios días de tu publlicación, aquí está mi comentario.
Tú tardaste varios días en escribir tu comentario, y yo he tardado varios meses en contestarte al mismo, ya lo siento. Espero que aún así me leas.
EliminarNo tengo muy claro que es, pero cada día apuesto más por unos directivos excesivamente apegados a la tradición novelera, en el caso de Televisa, y con ganas de que su empresa termine de despegar en el caso de Telemundo. Por ello, en la primera siguen apegados a lo que ya les dio rating en su momento (fíjate lo que pasó cuando le dieron cabida a algo original, y sí hablo como no de La Malquerida); y en la segunda, explotando el fenómeno de las narconovelas.
Creo que todo cambiaría si los espectadores empezáramos a hacer uso de las redes sociales para crear ese tipo de movimiento-fenómeno que parece ser que funciona.
Besos desde España